“Los actos maliciosos contra las asociaciones ambientalistas y sus miembros están aumentando”.

Científicos , investigadores y docentes de todas las disciplinas, queremos mostrar nuestro apoyo a quienes luchan, basándonos en argumentos científicos, para proteger la biodiversidad y los ecosistemas naturales.
No estamos necesariamente de acuerdo con todas sus declaraciones o acciones. Sin embargo, consideramos inaceptables los actos de vandalismo o intimidación que sufren, como el perpetrado en el domicilio de Claire Nouvian, fundadora de la asociación Bloom, el 4 de junio. Lamentablemente, este es un nuevo ejemplo de la malevolencia que pueden sufrir quienes defienden el bien común y nuestra interacción vital con lo no humano. Estos actos están aumentando contra miembros o instalaciones de asociaciones de protección ambiental, como las representaciones de France Nature Environnement (Tarn-et-Garonne, Hautes-Alpes, Creuse, etc.), la Asociación para la Protección de los Animales Salvajes, Future Generations o Eaux et rivières de Bretagne.
La posición de una asociación que basa su acción en el conocimiento no es cómoda: no se limita a difundir resultados científicos, sino que también debe llevarlos al corazón de las instituciones y los espacios de poder, incluso si resultan inquietantes. Esto expone a todas las estructuras activistas a una confrontación directa con poderosos grupos de presión, organizaciones y estructuras de poder que defienden los intereses de la explotación industrial de la naturaleza.
Si estas asociaciones ecologistas son tan importantes para los científicos hoy en día es porque muchos cargos electos, cuya misión principal es defender el interés general, actúan desgraciadamente con demasiada frecuencia en interés de una minoría de operadores económicos que ponen en peligro la sostenibilidad de los ecosistemas naturales.
En el corazón del debate democráticoEstos activistas ambientales desempeñan un papel crucial en la vida democrática. Han logrado éxitos notables, logrando la prohibición de prácticas que destruyen la biodiversidad. Por ejemplo, es en gran parte gracias a la labor de la asociación Bloom que la pesca de arrastre de altura en Europa ha estado sujeta a restricciones claras, mientras que la pesca de arrastre eléctrica ha sido prohibida. Sin duda, esta es la razón por la que la asociación y su presidente se encuentran hoy bajo un ataque tan vehemente: los éxitos pasados de Bloom llevan a los pescadores industriales a creer que podría haber otros en el futuro. Cuando la ciencia es demasiado clara, se ataca a quienes la respaldan.
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Le Monde